El Fauvismo o Fovismo es un término español para denominar el estilo pictórico de características expresionistas tales como el uso de colores intensos, principalmente el verde. Destaca sobre todo por ese cromatismo antinatural. Buscan la fuerza expresiva del color aplicando colores distintos a los que pueden verse en la realidad, por ejemplo, árboles amarillo limón o rostros de color verde esmeralda.
En 1904, Henri Matisse (padre del fovismo), pintó Lujo, calma y voluptuosidad, considerada como la obra síntesis del postimpresionismo, manipulado en un ejercicio personal, y virtualmente un manifiesto de lo que sería el fovismo poco después. La utilización subjetiva del color y la simplificación del dibujo sorprendieron a todos cuando fue expuesto en el Salón de los Independientes del Salón de otoño de 1905. Andre Derain se sintió inmediatamente influido y comenzó a pintar utilizando nada más que la línea y el color. Su desinterés por el acabado y sus colores chillones le granjearon el desprecio de la crítica cuando expuso sus paisajes, pintados en Colliure, en el Salón de otoño de 1906.
En 1904, Henri Matisse (padre del fovismo), pintó Lujo, calma y voluptuosidad, considerada como la obra síntesis del postimpresionismo, manipulado en un ejercicio personal, y virtualmente un manifiesto de lo que sería el fovismo poco después. La utilización subjetiva del color y la simplificación del dibujo sorprendieron a todos cuando fue expuesto en el Salón de los Independientes del Salón de otoño de 1905. Andre Derain se sintió inmediatamente influido y comenzó a pintar utilizando nada más que la línea y el color. Su desinterés por el acabado y sus colores chillones le granjearon el desprecio de la crítica cuando expuso sus paisajes, pintados en Colliure, en el Salón de otoño de 1906.
Allí también se expuso el Retrato de la Sra. Matisse de Matisse, que fue interpretado como una caricatura de la feminidad y como una excentricidad. La repulsa de la crítica convirtió a los fovistas en el grupo más avanzado de París.
Como movimiento expresionista, apareció cronológicamente a la vez que el expresionismo alemán, con una base de protesta opuesto al positivismo, al naturalismo y al impresionismo. Sus principales influencias vienen de Paul Gauguin y de las ideas de Zola, Nietzsche, Stirner y Huysmans.
Aunque concebían la actividad artística como un impulso vital, el punto de partida fue la resolución de problemas puramente plásticos, como el uso del color en una función plástica y constructiva al mismo tiempo. El maestro del grupo fue Gustave Moreau, en cuya escuela estudiaron Matisse y Rouault, Marquet, Manguin, Camoin y Puy. Moureau no enseñaba ninguna doctrina sino que forzaba a sus alumnos a pintar con independencia y con la técnica que fuera más adecuada a su temperamento. De la obra de Gauguin aprendieron la libertad en el uso del color, que llevaron al extremo (los colores como cartuchos de dinamita, que diría Derain), así como la liberación del temperamento y el instinto personal. También admiraban la capacidad de síntesis y el sentido decorativo de la obra de Gauguin. Para los fauvistas el cuadro debía ser expresión y no composición y orden.
Como movimiento expresionista, apareció cronológicamente a la vez que el expresionismo alemán, con una base de protesta opuesto al positivismo, al naturalismo y al impresionismo. Sus principales influencias vienen de Paul Gauguin y de las ideas de Zola, Nietzsche, Stirner y Huysmans.
Aunque concebían la actividad artística como un impulso vital, el punto de partida fue la resolución de problemas puramente plásticos, como el uso del color en una función plástica y constructiva al mismo tiempo. El maestro del grupo fue Gustave Moreau, en cuya escuela estudiaron Matisse y Rouault, Marquet, Manguin, Camoin y Puy. Moureau no enseñaba ninguna doctrina sino que forzaba a sus alumnos a pintar con independencia y con la técnica que fuera más adecuada a su temperamento. De la obra de Gauguin aprendieron la libertad en el uso del color, que llevaron al extremo (los colores como cartuchos de dinamita, que diría Derain), así como la liberación del temperamento y el instinto personal. También admiraban la capacidad de síntesis y el sentido decorativo de la obra de Gauguin. Para los fauvistas el cuadro debía ser expresión y no composición y orden.
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3 comentarios:
El Arte no sería el mismo de no haber existido el Fauvismo, me encantan sus cuadros, por eso yo practico el neofauvismo en privado, jajaja, un besotazoooo!!
¡Hola Marieia!
No conocía tu blog, me ha llamado la atención por el rostro de esa mujer, de Matisse, que es tan particular en el colorido. Me ha gustado el comentario que haces del fauvismo y de los expresionistas. Saludos.
Me encanta este retrato! Qué fuerza!
Volveré a visitar tu blog, saludos.
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