viernes, 27 de febrero de 2009

- Vaciando ideas -

No quiero recordar que hay cosas que debo olvidar. Quiero seguir en esta irreal realidad. Se cree lo peor, pero con cada paso que marca en la tierra deja una huella. Importante huella. ¿Cómo dejar lo que me hace desastrosamente bien? ¿Cómo abandonar lo que me hace increíblemente mal? No encuentro el punto medio, o no lo veo. O me niego rotundamente a verlo. La vida se escurre detrás mío sin pedirme permiso. Y tengo tanto miedo de mirar hacia allá... Pero cuando me asomo y observo por arriba del hombro, descubro que en esa escurrida se está creando algo inigualable. Mi vida. Distinta a la tuya, que estás leyendo. Distinta a la del vecino, a la de un amigo. Está creando un arte, mi arte. Porque cada vida, es arte.

3 comentarios:

clariana dijo...

A veces nosotros vamos o queremos ir por un lado y la vida nos lleva irremediablemente para otro. Me recuerda una frase de Jhon Lennon que me gusta mucho que más o menos viene a decir: "La vida es aquéllo que te está pasando mientras tú estás haciendo otras cosas", no la memorizo bien, pero viene a ser ésto, que a veces estamos enfrascados en nuestros asuntos y paralelamente nos está pasando algo que no nos damos cuenta, no hacemos caso y tal vez era importante. Un beso.

Duncan de Gross dijo...

Cómo lo sabes, cada vida es arte, y con un estilo propio y peculiar, y hay que afrontarla y agarrarla bien, un gran besoteee!!

Rogger dijo...

cierto, cada vida es arte, como tí bien dices.
también sentí que
"la vida se escurre detrás mío sin pedirme permiso". Es más, hasta la vda a veces parece un ebrio conductor que de vez en cuando te atropella. Por lo demás, quedo contento con leerte y visitarte:D