Correr, salir corriendo o caminando a pasos agigantados, apresuradamente, bastante rápido. Al transitar, los costados del camino no se pueden descifrar, son como pequeñas ráfagas de viento que hacen todo borroso. Es lo que se va dejando atrás. Parar donde parezca necesario y lo suficientemente alejado. Sentir que por tiempo indeterminado se pierde la identidad, entonces se puede hacer y vivir todo lo que desde el punto de partida no se podía. Construir una casa con lo que hay; grandes ventanas con vista al cielo, mucho verde, un centenar de árboles, subidas y bajadas como colinas. Un gran espacio de viento y oxigeno para ir y venir. Dormirse donde sea, pero contando las estrellas. Y después, cuando sea necesario volver.
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Cuando están tan lindos los días me agarran ganas de dormir en el jardín.
.La Vida Es.
2 comentarios:
O en la playa, como hago yo a veces. En este aspecto debemos seguir siendo como niños.
Un saludo.
Exacto!!, dormirse contando estrellas es la mejor manera de darse cuenta de lo completo y feliz que es uno mismo...Uff, desde que no me paso a verte Mar, mil disculpas, ando siempre por "¿Como Quieres...?" y por Arte Extremadura que es donde te tengo enlazada apenas vengo, un besote y un miauuu, procuraré venir más!!
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