domingo, 21 de diciembre de 2008

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De repente tuvo las nubes del cielo en las manos y no lo entendia... Es que todavía persiste aquello que no le dejaba respirar normalmente y le acallaba. Aunque lo quiera borrar está...está...
Le hace caer del pedestal cada dos por tres. Que malditas inseguridades aquellas que le hacían sentirse anormal y rebajarse a ello. Que malditas! Pero ahora tiene en mano un par de pinceles, y son los colores los únicos que le pueden ayudar. En una pincelada, dice mil palabras.

...La vida es arte...

2 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

Ays, que bueno!!, es una manera de sentir la seguridad y la libertad, es curioso como cada uno lo experimentamos de una manera distinta, yo siento lo mismo cuando leo, pinto o escribo, o cuando siemplemente tiro algunas horas con mi arco...Bonitos sentimientos ;-) Besotes!!

Anónimo dijo...

I think I come to the right place, because for a long time do not see such a good thing the!