viernes, 19 de febrero de 2010

Hang

Hang on the air
Microfibra y lápiz en papel.
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Son dos días de tormenta, o tormenta dos días (separados). Arriba de un colectivo, por la ventanilla no se puede mirar, está esa cortina gris bastante pesada. De repente la avenida no tiene veredas y las plazas no se conservan, el agua entra (un poco) por las puertas y bueno, etcétera. Ahí nos quedamos, un terrible encierro y dio demasiadas vueltas por calles que, a los desorientados, les rompieron el esquema normal. De repente el murmullo de quejas, el típico aluvión de cuando se exacerban los aires y se altera el transito social cotidianamente ya acelerado en las calles. Se hacen comentarios de si ahora Buenos Aires es igual a Venecia (para qué hablar). Sí, esto no es nada natural y, desde ya, el resultado de años y años de no mirar alrededor ni poner una mano en algo que está lejano de ser una idiotez. No es de ahora, es de años, pero política no, gracias. “Son ordenes de la empresa”, dice el colectivero, y los pasajeros se quejan y vuelan insultos, cientos de quejas y alguno que acota “nos quedamos a dormir acá”. Así que saqué el cuaderno, la lapicera y me puse a dibujar. ¿Qué quiere que haga señora?, hay que aprovechar el tiempo… Y supongo que estaba bastante indignada la mujer porque me miró bien desafiante, dio media vuelta y se encerró en su cajita musical. Por cierto, me salieron unos bocetos buenísimos y hacía días que sufría ese retroceso con el cuaderno y la lapicera. Una hora así esperando y la gente se seguía quejando. La gente se seguía quejando y la gente se seguía quejando. Y no me gusta que busquen tema de conversación algunos, en semejante momento, con tal de conseguir un aliado. Cuando arrancó, movimiento automático y guardé el cuaderno. Las calles ya eran conocidas. Bajar del colectivo corriendo, seguir corriendo, quedarme sin ojotas en la vereda, ir a buscarlas y descalza seguir corriendo. Pisar en cualquier lado, no es lo correcto, igual hacelo. Una cortina que cae por las pestañas y no se ve nada. Se alisa un poco el pelo, se empapa todo, llegar a casa y recibe el perro.

Es como si estuviéramos todos un poco (bastante) a la deriva y nos dejaran suspendidos y agarrados solo del aire
.

5 comentarios:

ion-laos dijo...

A veces es mejor no caer en la desesperación, total, va dar igual, mejor tomarlo con calma y distraerte con tus dibujos, que en ese momento te vino genial.
Pasa un buen finde, un besote

Rogger Avek dijo...

Hola, Maru.
Me enternece leerte, :)

Por lo que entiendo de tu post, por estos momentos Buenos Aires está en el aire (estar en el aire, en peruano, significa estar a la deriva e incertidumbre).

Eres una artista nata y neta, eh. Cuando se estancó todo, afloró tu vena artística para crear eso que ya dominas, que ya sabes, Maru divina.
Mis felicitaciones.
:)
Un abrazooote inmenso como el sol, Maru.
:D
Te quiero muuuucho, Maru!!

Dean dijo...

Ahora mismo me encuentro pendiendo de un hilo, y a pesar de que me sujeto con fuerza tengo la sensación de que no va a resistir.
Un saludo.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Tardecita de sábado y repasando mis blogs favoritos. Un palcer siempre pasar por tu espacio.

Saludos y un abrazo.

DANI dijo...

Que bello dibujo!

Volando???


Besos desde lo alto