sábado, 13 de febrero de 2010

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Pero no te dejaste nada de mar, porque ni siquiera podías darte la casualidad.
Tampoco ver las cosas claramente porque tenés la costumbre de borronearlas
siempre

en la misma mitad.
Son cosas distintas que lentamente van separando las demás. Eso es lo que murmuran, te diste cuenta, ¿no?
Tal vez si yo no hubiera hecho tanto de,
y vos hubieses ignorado más para,
tal vez,
solo tal vez

el salto hubiera llegado.
Pero como el destino predeterminado no corre
solo es la consecuencia de nuestros actos, seguramente hubieramos terminado
haciendo yo tanto de y vos nada para.

Ahora cuando me decís cosas como ansiedad y anterior, yo no le encuentro el orden a las palabras.

4 comentarios:

ion-laos dijo...

Siempre hay que compensar las cosas, no dar uno nada y otro todo, eso desgasta mucho y no lleva a ningun lado. Hay que compartir y saber llevar el mismo peso de la carga.

Un besito guapetona

DANI dijo...

Creo que hoy voy a tener que leerlo unas cuantas veces más, para llegar a sacar algo en claro. Parece que tengo un día espeso.

Un beso silencioso

La sonrisa de Hiperion dijo...

Paso este domingo ya casi de noche... como siempre, siempre me encuentro alguna maravilla en forma de letras.

Saludos y un abrazo.

Dean dijo...

Así es, el destino lo hacemos cada uno, con mucho de nosotros y algo de por ahí.
Un saludo.